Chile designa a los Humedales de Monkul y el Humedal del Rio Limari, desde Salala hasta su desembocadura
Chile ha designado dos nuevos humedales de importancia internacional: “Humedales de Monkul”, cubriendo un área de 1380 hectáreas y El “Humedal del río Limarí, desde Salala hasta su desembocadura” con un área de 527 hectáreas. Los dos en conjunto abarcan un área de 1907 hectáreas.
Humedales de Monkul (no. 2423 en la Lista de Humedales de Importancia Internacional) es un ecosistema estuario formado por lagunas, marismas de pastos altos y pajonales ribereños. El sitio alberga a unas 171 especies de plantas incluyendo especies endémicas y vulnerables como el mañío hojas largas (Podocarpus salignus). Al menos 134 especies de animales, incluyendo 80 especies de aves acuáticas y 13 especies migratorias están presentes en el sitio además de especies vulnerables como la nutria del mar (Lontra felina).
El sitio es fuente esencial de subsistencia a través de la pesca y la caza para las comunidades indígenas mapuche que habitan en la zona desde épocas precolombinas. Entre las principales amenazas al sitio se encuentra la canalización del humedal para la expansión de la ganadería y el cambio en uso de suelo a consecuencia de la creciente actividad agrícola y forestal.
El Humedal del río Limarí, desde Salala hasta su desembocadura (no. 2424 en el Lista de Humedales de Importancia Internacional) es parte de una red de humedales costeros del norte de Chile que incluye estuarios y aguas marinas poco profundas. Es un sitio de gran importancia debido a su amplia biodiversidad biológica sustentando a más de 130 especies de animales y plantas. Provee hábitat para especies endémicas incluyendo 32 especies de plantas como el copao (Eulychnia acida) y 16 especies de animales incluyendo la lisa (Mugil cephalus), la iguana chilena (Callopistes maculatus), el cururo (Spalacopus cyanus) y el sapo de atacama (Rhinella atacamensis), una especie clasificada como vulnerable según la lista roja de UICN.
El sitio es de singular valor ecológico por ser hábitat de reproducción, refugio y alimentación de un número importante de avifauna nativa y migratoria y ser fuente de alimento y agua para las comunidades aledañas, sin embargo, ha sufrido las presiones de la deforestación, erosión y las descargas de basura y contaminantes químicos.