El empoderamiento de las mujeres y la restauración de los humedales van de la mano

06 Agosto 2024
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¿Y si el mundo fuera un lugar más verde y equitativo donde vivir? Cécile Ndjebet no se limita a plantear la pregunta sino que trabaja activamente para convertir la respuesta en realidad. 

“Las mujeres están impulsando los esfuerzos de conservación sobre el terreno; están restaurando ecosistemas degradados que devuelven la biodiversidad. Lamentablemente, este reconocimiento no va acompañado de acciones de recompensa”, denuncia Ndjebet. 

Como fundadora de la ONG nacional Cameroon Ecology y cofundadora de la Red de Mujeres Africanas para la Gestión Comunitaria de los Bosques (REFACOF), Ndjebet ha dedicado más de tres décadas a la conservación del medio ambiente, haciendo especial hincapié en el empoderamiento de las mujeres y la restauración de ecosistemas degradados.

Una vida enraizada en la naturaleza

La trayectoria de Ndjebet comenzó en los bosques del Camerún, donde sus primeras experiencias con su madre y su hermana le inculcaron un profundo respeto por la naturaleza. 

“A los cinco años ya podía recorrer el bosque sola, recogiendo setas, hojas y leña”, recuerda. “Todo lo que soy hoy proviene de lo que viví mientras crecía. Los bosques nos daban todo, y yo quería asegurarme de que perduraran para las generaciones futuras”.

Esta íntima conexión con el bosque no solo le enseñó acerca de los tesoros que ofrece la naturaleza, sino también las prácticas sostenibles que la protegen. Su amor por el medio ambiente vino acompañado de un ferviente deseo de apoyar y defender a las mujeres de su pueblo, que hacían frente a muchos retos cotidianos. 

Inspirada por un icono mundial

Fue tras conocer a la fallecida profesora Wangari Maathai, Premio Nobel y activista ambiental, en 2009, cuando la trayectoria profesional de Ndjebet dio un giro. Su encuentro tuvo un profundo impacto y reforzó su compromiso con la protección del medio ambiente y el empoderamiento de las mujeres. 

“La profesora Maathai creía profundamente en el poder de las mujeres para restaurar los paisajes de África”, afirma Ndjebet, que se formó como agrónoma y silvicultora social, y posee un máster en silvicultura social por la Universidad Agrícola de Wageningen, de los Países Bajos. “Creía que únicamente las mujeres podían ayudar a recuperar el verdor de los paisajes africanos, destruidos por las prácticas insostenibles e irresponsables de los seres humanos”.

Haciéndose eco de las palabras de Maathai, Ndjebet ha movilizado desde entonces a innumerables mujeres africanas para plantar árboles, restaurar ecosistemas y luchar por sus derechos sobre la tierra.

Su defensa de los ecosistemas de humedales incluye encabezar esfuerzos para restaurar los manglares y otras zonas de humedales. Estas iniciativas forman parte de campañas más amplias, armonizadas con la Convención de Ramsar sobre los Humedales, que subrayan la importancia de los humedales para la ecología mundial y los medios de vida locales.

Esta promoción de los ideales de la Convención sobre los Humedales llevó a que Ndjebet fuera seleccionada para integrar en 2024 el primer grupo de la campaña Mujeres artífices del cambio en el ámbito de los humedales. La campaña, dirigida por la Convención sobre los Humedales, destaca las funciones y contribuciones fundamentales de las mujeres de todo el mundo en la conservación, gestión y salvaguardia de los humedales. 

“La conservación debe tener un rostro humano, que incluya a mujeres, hombres y personas jóvenes”, afirma Ndjebet. “Las comunidades locales se ‘apropian’ más fácilmente de sus acciones y se comprometen cuando se tienen en cuenta sus intereses y preocupaciones, y cuando forman parte de la toma de decisiones y la distribución de beneficios”. 

Superar los retos

Ndjebet afirma que, a pesar de los progresos conseguidos hasta ahora, sigue habiendo retos. Convencer a las comunidades para que adopten prácticas sostenibles exige educación y compromiso constantes para cambiar comportamientos arraigados desde hace mucho tiempo, pero no se deja intimidar.

“Con mucha perseverancia, hemos conseguido restaurar cientos de hectáreas de ecosistemas de manglares degradados”, asegura. “El mayor reto es convencer a la gente de que cambie su comportamiento y sus prácticas... la conservación sigue necesitando mucha información, concienciación y educación”.

Sus iniciativas hacen hincapié en la confianza y la colaboración en la toma de decisiones, garantizando que los esfuerzos de conservación no sean solo eficaces, sino también equitativos. 

“Es más probable que las comunidades locales abracen la conservación cuando sus necesidades y su voz ocupan un lugar central en el proceso”, afirma Ndjebet, señalando que este enfoque inclusivo garantiza que las comunidades locales no sean meros participantes, sino líderes en los esfuerzos de conservación.

Un legado de empoderamiento y conservación

A través de su liderazgo en REFACOF y diversas plataformas mundiales, Ndjebet no solo ha influido en las políticas, sino que también ha empoderado a las mujeres para liderar. Sus notables logros la han hecho merecedora de prestigiosos galardones, como el Premio Wangari Maathai y el premio Campeones de la Tierra de las Naciones Unidas.

Mientras Ndjebet prosigue su investigación doctoral sobre las relaciones de género y el acceso a la tierra en las zonas rurales del Camerún, su trabajo demuestra que resulta posible integrar la igualdad de género en las estrategias de conservación del medio ambiente. 

“Empoderar a las mujeres es clave para lograr un desarrollo sostenible y una sólida gestión ambiental”, afirma.

La visión de Ndjebet de un planeta más verde y equitativo tiene una amplia resonancia, pero necesita el reconocimiento y el apoyo de todas las mujeres —y hombres— para convertir estos ideales en medidas tangibles y cambios duraderos.