Bonn

Los Humedales de Importancia Internacional son soluciones basadas en la naturaleza para garantizar la vida y los medios de subsistencia

14 Enero 2025
Save Land.

Este artículo de la Secretaria General Dr Musonda Mumba, aparece en la guía que acompaña a Save Land. United for Land., una exposición de la Bundeskunsthalle y la Iniciativa Mundial sobre la Tierra de la CLD-G20 con motivo del 30º aniversario de la CLD. La exposición estará abierta hasta el 1 de junio de 2025.

Los humedales no son solo parcelas de tierras húmedas; son ecosistemas asombrosos que ayudan a mantener la biodiversidad, mitigar el cambio climático y proporcionar puestos de trabajo y recursos. Ya sea una marisma, un pantano, una turbera, un estuario o incluso un arrecife de coral, cada zona de humedales es única y tiene un valor incalculable.

Todos ellos son ejemplos vivientes de maneras de alcanzar un objetivo común: garantizar que los humedales beneficien tanto a las personas como al planeta.

Como Secretaria General de la Convención sobre los Humedales, he visto de primera mano las maneras en que la preservación de estas zonas puede conducir a entornos más saludables, economías más fuertes y una vida mejor para cientos de millones de personas.

Comprender los Humedales de Importancia Internacional 

La Convención sobre los Humedales es el primer tratado intergubernamental centrado en la protección de nuestro medio ambiente. Fue establecida en 1971 con miras la conservación y el uso racional de los humedales, y nuestros Humedales de Importancia Internacional (“sitios Ramsar”) son reconocidos por su importante valor ecológico, hidrológico y socioeconómico. 

Los humedales contribuyen de manera directa a la consecución de muchos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, lo que los convierte en parte integrante de las estrategias mundiales de sostenibilidad. Los humedales actúan como depuradores naturales del agua, filtrando los contaminantes y mejorando su calidad, por lo que ayudan a garantizar que haya agua limpia para todos (ODS 6). También almacenan carbono, lo que contribuye a combatir el cambio climático mediante la captura de gases de efecto invernadero (ODS 13). 

Los humedales costeros y marinos, como los manglares y los arrecifes de coral, sustentan la biodiversidad marina y la pesca, proporcionando alimentos y medios de subsistencia a muchas personas (ODS 14). Los ecosistemas de humedales cuentan con una rica biodiversidad y albergan numerosas especies de plantas y animales endémicas o amenazadas (ODS 15). 

Además, los humedales urbanos mejoran la resiliencia urbana, gestionan las aguas pluviales y proporcionan espacios verdes que mejoran la calidad de vida en las ciudades y reducen el riesgo de desastres en las zonas vulnerables (ODS 11).

Los humedales como un motor económico

Los beneficios de los humedales van mucho más allá del medio ambiente: también son importantes motores de la economía. Desempeñan un importante papel en la mitigación del cambio climático, que está causando estragos en las comunidades cuya subsistencia depende de los humedales.

Imagínense a una mujer senegalesa cosechando nenúfares para elaborar un sabroso manjar local o a un barquero en los Sundarbans repartiendo mercancías a través de aguas pantanosas, que sirven de único medio de transporte para las comunidades locales. Si los humedales desaparecen, también desaparecerán estos empleos y muchos otros. 

Desde el punto de vista ambiental, los humedales actúan como sumideros de carbono, reduciendo la cantidad de CO2 en la atmósfera. Esto ayuda a combatir el calentamiento global y previene los riesgos sanitarios relacionados con el clima para las plantas, los animales y las personas, que pueden ir desde olas de calor hasta la propagación de enfermedades, afectando en última instancia a los medios de subsistencia de los seres humanos.

Urbanización y humedales

La urbanización está alterando drásticamente los patrones de asentamiento humano, ya que la mitad de la población mundial reside actualmente en zonas urbanas, y se prevé que esa cifra registre un importante aumento de aquí a 2050. Esta tendencia supone una grave amenaza para la conservación de los humedales. A medida que se extienden las ciudades y aumenta la demanda de tierras, los humedales suelen considerarse espacios de primera clase para el desarrollo.

Pero cuando se conservan y gestionan de forma sostenible, los humedales urbanos ofrecen muchos beneficios ambientales, económicos y sociales. Actúan como esponjas naturales durante las tormentas, reduciendo las inundaciones en las ciudades y evitando los costos relacionados con los desastres. La densa vegetación de estos humedales filtra los desechos domésticos e industriales, mejorando la calidad del agua. 

Reconocer estos beneficios es crucial para integrar los humedales en la planificación y el desarrollo urbanos. Ciudades como Colombo (Sri Lanka) y Kampala (Uganda) han dado un gran paso, restaurando e integrando humedales urbanos para mitigar las inundaciones y mejorar la seguridad hídrica.

Los humedales urbanos también ofrecen oportunidades recreativas y educativas a los habitantes de las ciudades. Los espacios verdes y las masas de agua de las zonas urbanas ofrecen a los residentes una oportunidad para conectarse con la naturaleza y fomentar el bienestar mental y físico. 

Efectos de los humedales en la economía mundial

El impacto económico de problemas de salud mental y bienestar como el ausentismo, el agotamiento y la depresión cuesta a la economía mundial miles de millones de dólares cada año. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que las pérdidas económicas debidas a problemas de salud mental, como el ausentismo y la disminución de la productividad, rondan el 4 % del PIB mundial, es decir, 2,5 billones de dólares anuales. 

Abordar la salud mental mediante soluciones basadas en la naturaleza, como preservar y fomentar el acceso a los humedales, puede brindar beneficios económicos. Imaginemos que un paseo por una zona de humedales puede suponer el ahorro de, literalmente, billones de dólares. Impulsando esta idea, muchas ciudades han transformado humedales urbanos en parques y reservas naturales, con el beneficio añadido de atraer turistas e impulsar las economías locales. 

Lima (Perú) lo ha conseguido con Los Pantanos de Villa. Este diminuto humedal urbano, de solo 263 hectáreas, es un lugar popular para el recreo, el turismo, la educación y la investigación científica, y representa un oasis en la inmensidad de la capital.

Estrategias para salvar los humedales urbanos

La conservación de los humedales urbanos requiere un enfoque integral que incluya intervenciones en materia de políticas, compromiso comunitario e innovación. 

Una estrategia eficaz es la planificación y el diseño urbanos respetuosos de los humedales. Esto incluye incorporar los humedales en los planes de desarrollo urbano, proteger los humedales existentes de la expansión urbana y restaurar aquellos que están degradados. Ciudades como Nueva York y Singapur han integrado con éxito los humedales en sus paisajes urbanos, demostrando que el desarrollo y la conservación pueden coexistir.

La participación de la comunidad también es crucial, ya que las comunidades locales suelen tener valiosos conocimientos y un gran interés en proteger su entorno natural. Involucrar a los residentes en la restauración de los humedales, ofrecer programas educativos y promover la ciencia ciudadana puede fomentar un sentido de implicación y gestión. Cerca de Mumbai (India), por ejemplo, la restauración del humedal Thane Creek ha implicado a las comunidades locales en el monitoreo y la gestión del humedal, garantizando su sostenibilidad a largo plazo.

Los humedales artificiales, que imitan las funciones de los humedales naturales, pueden utilizarse para tratar aguas residuales, gestionar aguas pluviales y crear nuevos espacios verdes en las zonas urbanas. La ciudad de Hamburgo (Alemania), por ejemplo, ha implantado humedales artificiales como parte de su sistema de drenaje urbano sostenible, mejorando la calidad del agua y potenciando la biodiversidad.

El sistema de acreditación de Ciudad de Humedal

Para reconocer y promover la conservación de los humedales urbanos, la Convención sobre los Humedales administra el sistema de acreditación de Ciudad de Humedal. Esta iniciativa tiene la finalidad de destacar las ciudades que han dado pasos significativos en favor de la conservación y el uso racional de los humedales. Las ciudades acreditadas pueden servir de modelo de buenas prácticas, mostrando cómo el desarrollo urbano y la conservación de los humedales pueden coexistir.

El sistema de acreditación de Ciudad de Humedal ya ha reconocido a muchas ciudades por sus esfuerzos ejemplares. En 2018, la lista inicial de 18 ciudades acreditadas incluía a Changde en China, Colombo en Sri Lanka y Dakar en Senegal, entre otras. Actualmente, hay 43 Ciudades de Humedal acreditadas y otras siguen solicitando esta prestigiosa acreditación. 

Estas ciudades han demostrado un firme compromiso con la conservación de los humedales a través de políticas, proyectos y participación de la comunidad. Han integrado los humedales en su planificación urbana, han protegido y restaurado ecosistemas de humedales y han creado conciencia sobre su importancia.

El sistema de acreditación de Ciudad de Humedal muestra el potencial de los humedales urbanos para transformar las ciudades en espacios más sostenibles y habitables. Espero que más ciudades se unan al sistema de acreditación de Ciudad de Humedal, adoptando la conservación de los humedales urbanos como un componente clave de su agenda de desarrollo. Juntos, podemos crear un futuro en el que se valoren y protejan los humedales.

Los beneficios de la conservación de los humedales

La conservación de los humedales, tanto en zonas urbanas como rurales, ofrece numerosos beneficios que van más allá de la sostenibilidad ambiental. Los humedales apoyan los medios de subsistencia, ya que proporcionar recursos como peces, plantas y agua limpia. Ofrecen oportunidades para la agricultura y la acuicultura sostenibles, brindando apoyo a la seguridad alimentaria y la generación de ingresos. Los humedales también desempeñan un papel esencial en la reducción del riesgo de desastres, protegiendo a las comunidades de inundaciones, tormentas y sequías.

Además de estos beneficios tangibles, los humedales tienen gran significado cultural y espiritual para muchas comunidades. A menudo se consideran lugares sagrados, asociados a prácticas y creencias tradicionales. Conservar los humedales ayuda a preservar el patrimonio cultural y fomenta un sentido de identidad y pertenencia.

Ante el doble reto del cambio climático y la rápida urbanización que enfrentamos, la conservación de los humedales es más crítica que nunca antes. La solución reside en conservar y restaurar los humedales como soluciones basadas en la naturaleza que apoyan los medios de subsistencia, aumentan la resiliencia y promueven el desarrollo sostenible. 

En mi calidad de Secretaria General de la Convención sobre los Humedales, estoy comprometida con la promoción de la conservación y el uso racional de los humedales. Invito a todos los interesados —gobiernos, comunidades, empresas y particulares— a unirse a nosotros en esta misión. Trabajando juntos, podemos garantizar que los humedales sigan prestando sus inestimables servicios, apoyando los medios de subsistencia y sosteniendo la vida en nuestro maravilloso planeta.