Los humedales son esenciales para la biodiversidad regional: análisis más detallado del tercer criterio
Este es el tercero de una serie de artículos mensuales en los que se examinarán más detenidamente los nueve criterios para designar un Humedal de Importancia Internacional (“sitio Ramsar”).
Desde el humedal Sudd de Sudán del Sur hasta el pantano Okefenokee de Oklahoma, los ecosistemas de humedales son esenciales para conservar la biodiversidad regional.
El tercer criterio de la Convención sobre los Humedales hace énfasis en que al designar Humedales de Importancia Internacional es preciso tener en cuenta si estos sitios albergan poblaciones de flora y fauna que mantienen la biodiversidad de una región biogeográfica determinada. El objetivo específico de este criterio –que se aplica a la impresionante cifra de 1 739 de los 2 520 Humedales de Importancia Internacional– es identificar humedales que acogen a especies importantes, endémicas o raras en estas regiones.
Identificación de humedales en virtud del tercer criterio
Hay varios factores que ayudan a determinar si un humedal cumple el tercer criterio. Uno de ellos es si el humedal es un punto crítico de biodiversidad, incluso cuando aún se desconoce la gama completa de las especies que alberga. Por ejemplo, en los humedales de los lagos Nguru de Nigeria hay diversas especies adaptadas a las inundaciones estacionales, entre ellas el manatí africano o manatí de África Occidental y el rayador africano, especie en peligro de extinción. Estos humedales son importantes para la biodiversidad de Nigeria y de la región del Sahel.
Los humedales también pueden cumplir los requisitos si son centros de endemismo, es decir, si albergan especies que no se encuentran en ningún otro lugar. El Marais Poitevin, segundo humedal más extenso de Francia, alberga dos especies endémicas de la costa del Atlántico: el mirlo acuático europeo y la oenanthe de Foucault, una especie de planta protegida que está presente en las zonas salobres del estuario del Sèvre Niortaise.
Asimismo, un humedal puede cumplir este criterio si contiene una amplia gama de hábitats típicos de su región. Por ejemplo, el Parque Nacional de Wasur, en Indonesia, contiene una variedad de humedales, sabanas y bosques característicos de la región biogeográfica de Nueva Guinea. Estos hábitats albergan muchas especies importantes como el cocodrilo de Nueva Guinea y el pademelón oscuro.
El contexto regional
Al aplicar el tercer criterio, es importante tener en cuenta el papel que el humedal desempeña en su contexto regional en general. Esto supone entender la función que ejerce el humedal como origen de especies para las zonas aledañas y su importancia en el mantenimiento de la biodiversidad general de la región. Para realizar esta evaluación es necesario contar con un inventario detallado de las especies de flora y fauna del sitio, así como conocer la biodiversidad regional.
Los administradores de los Humedales de Importancia Internacional y los países pueden valerse de recursos como “Centres of Plant Diversity: a guide and strategy for their conservation” (WWF & UICN 1994-1997) y la base de datos de BirdLife International “Endemic Bird Areas of the World” para recopilar los datos requeridos. También hay otros recursos como la base de datos de especies “Biodiversity Hotspots” y la Evaluación mundial de anfibios.
La importancia de la protección
Los humedales que cumplen el tercer criterio son importantes no solo por las especies que albergan sino también por los ecosistemas en general de los que forman parte. La conservación de estos sitios ayuda a mantener la biodiversidad y el equilibrio ecológico de sus regiones, lo que a su vez beneficia a las comunidades humanas. Asimismo, su preservación brinda oportunidades para la investigación, aportando información sobre la forma en que funcionan estos ecosistemas y la mejor manera de protegerlos.
Dado que los humedales se enfrentan a amenazas cada vez mayores, la identificación de estas zonas y su inclusión en la lista Humedales de Importancia Internacional debe ser una máxima prioridad. Al centrar la atención en la conservación, la restauración y el uso racional de los humedales que cumplen el tercer criterio, las Partes Contratantes en la Convención pueden contribuir a garantizar la biodiversidad permanente de las regiones biogeográficas del planeta.