Taller regional destaca las amenazas que se ciernen sobre los humedales del Caribe debido al cambio climático
Un taller regional celebrada en Granada la semana pasada giró en torno al “Uso racional de los humedales del Caribe para la mitigación del cambio climático y la conservación de sus servicios ecosistémicos”. Jerker Tamelander, Director de Ciencia y Políticas de la Convención sobre los Humedales, participó para subrayar la urgente necesidad de proteger los humedales de la región de cara al cambio climático.
“El proyecto sobre los humedales del Caribe, financiado por la Iniciativa Internacional sobre el Clima (IKI) del Gobierno de Alemania, se concibió hace casi diez años y se mantiene tan vigente en la actualidad como en ese momento”, declaró Tamelander en su discurso de inauguración, expresando su agradecimiento a la IKI. “Este proyecto aborda un tema importante en la región y su serie de ecosistemas de los que todos dependemos, ayudando a reducir mediante políticas integradas y sectoriales las presiones que pesan sobre los humedales”.
La conferencia congregó a los principales interesados, entre ellos Lennox Andrews, Ministro de Desarrollo Económico, Planificación, Agricultura y Tierras, Silvicultura, Recursos Marinos y Cooperativas; Andy Williams, Ministro de Ejecución y Movilización; y Adrian Thomas, Ministro de Turismo, Economía Creativa y Cultura. Los debates hicieron énfasis en el compromiso colectivo de preservar los Humedales de Importancia Internacional del Caribe, en especial los designados como Humedales de Importancia Internacional (sitios Ramsar).
Aumentan las amenazas para los humedales del Caribe
El Caribe es conocido por su rica biodiversidad y sus ecosistemas excepcionales, que comprenden humedales extensos, manglares y arrecifes de coral. Estos humedales, entre ellos muchos Humedales de Importancia Internacional, son fundamentales para mantener el equilibrio ecológico y los medios de vida locales. Sin embargo, el cambio climático representa una grave amenaza para estos ecosistemas.
El incremento de las temperaturas, el aumento del nivel del mar y la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos se están volviendo la nueva norma. El huracán Beryl que se produjo entre finales de junio y principios de julio de 2024 es un ejemplo que demuestra la vulnerabilidad de la región ante los desastres relacionados con el clima. Beryl causó graves inundaciones, erosión y destrucción de hábitats, perjudicando tanto al medio ambiente como a las comunidades en su recorrido desde el Caribe hasta el Canadá. El huracán causó daños por un valor total aproximado de 6 000 millones de dólares de los EE.UU. y ocasionó la muerte a 50 personas.
“Esto ha puesto en primer plano el tema del cambio climático”, declaró el Ministro Williams. “Tengo la certeza tras presenciar la devastación que causó el huracán Beryl, no solo en Granada sino también en otras islas. Hay personas que consideran que el cambio climático es un mito, pero es evidente que es una realidad”.
Los humedales sirven como amortiguadores naturales contra los fenómenos meteorológicos extremos al absorber el exceso de agua y reducir el impacto de las mareas de tempestad. Sin embargo, a medida que aumenta el nivel del mar y se intensifican las tormentas, la capacidad de estos humedales para brindar protección disminuye. Ello incrementa el riesgo de inundaciones, erosión de los suelos y pérdida de biodiversidad, lo que amenaza la sostenibilidad de los ecosistemas de la región.
Creación de capacidades para el cambio climático
El objetivo de la conferencia de Granada era dotar a los interesados del Caribe con los conocimientos, las capacidades y la cooperación necesarios para garantizar la viabilidad de sus humedales frente al cambio climático. Al fomentar la colaboración entre funcionarios gubernamentales, científicos y comunidades locales, el evento perseguía promover prácticas sostenibles y soluciones innovadoras para la conservación de los humedales.
“El mes de julio de 2024 pasará a la historia como la primera vez en que la velocidad del viento de una tormenta fue la de un huracán de categoría cinco”, declaró el Ministro Andrews. “Beryl es tan solo un ejemplo de los extremos impulsados por el cambio climático, y este taller es una oportunidad para conocernos, dialogar y planificar la forma de hacer frente al impacto del cambio climático en uno de nuestros ecosistemas más importantes”.
La participación de Tamelander y su discurso de inauguración subrayaron la importancia del apoyo y la cooperación internacionales para hacer frente a los impactos del cambio climático en los humedales. Las deliberaciones con los ministros del Caribe destacaron la necesidad de adoptar enfoques integrados que combinen la labor de conservación con el desarrollo socioeconómico para lograr a resiliencia a largo plazo.
La reciente conferencia de Granada representa un gran avance dirigido a reforzar la capacidad regional para preservar estos humedales, a fin de que puedan seguir brindando beneficios esenciales en un clima cambiante.e region's ecosystems.