Gordana Beltram

Biografía

Gordana Beltram es una figura destacada en el campo de la conservación y gestión de la naturaleza, con una trayectoria de varios decenios. Ha ocupado puestos clave en diversas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, contribuyendo de forma significativa a esfuerzos de protección del medio ambiente tanto a escala nacional como internacional.

La trayectoria profesional de Beltram comenzó en 1982, cuando se incorporó a Yugotours Globtour en Liubliana como guía turística para visitantes de habla inglesa en Eslovenia. Su pasión por la conservación la llevó a proseguir su formación, que culminó con un doctorado en Ecología Humana por la Vrije Universiteit Brussel de Bélgica.

A lo largo de su carrera, Beltram se ha implicado profundamente en la conservación y el manejo de los humedales. Desde 1997 hasta 2009, fue coordinadora nacional para el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Convención de Ramsar sobre los Humedales, y desempeñó un papel fundamental en la formulación de políticas e iniciativas nacionales relacionadas con la biodiversidad y la protección de los humedales.

El liderazgo de Beltram trasciende las fronteras nacionales, como lo demuestra su participación en diversas organizaciones y comités internacionales. Ha sido Presidenta del Comité Permanente de la Convención de Ramsar sobre los Humedales, Presidenta del Consejo Supervisor y Junta Directiva de Wetlands International y miembro del Comité Directivo de la Asociación Mundial para el Agua, entre otros cargos.

Además de sus compromisos profesionales, Beltram es una prolífica escritora, y tiene en su haber numerosas publicaciones sobre conservación de humedales y biodiversidad. Sus contribuciones a la investigación han enriquecido el discurso mundial sobre la sostenibilidad ambiental y han servido de base a decisiones en materia de políticas tanto a escala local como internacional.

La incansable dedicación de Gordana Beltram a la conservación del medio ambiente le ha valido un amplio reconocimiento y respeto tanto en Eslovenia como a escala internacional. Sus contribuciones siguen inspirando a futuras generaciones de ambientalistas y conservacionistas para trabajar en pro de una relación más sostenible y armoniosa con la naturaleza.

Preguntas y respuestas

¿Qué experiencia personal ha determinado o inspirado su trayectoria?

Siempre me ha interesado la naturaleza, pero la idea de dedicar mi carrera profesional a los humedales se fue dando de manera progresiva. Me crie en el campo, en un valle inferior del río Vipava. Mientras cursaba mis estudios universitarios, los problemas ambientales se agravaron, por lo que decidí incluirlos en mi tesis de grado (sobre la contaminación ambiental en el Adriático Norte).

En 1983 obtuve mi primer empleo como profesional en el Instituto para la Conservación de la Naturaleza. Fue un decenio marcado por continuas presiones a nivel ambiental, en particular, en cuanto a la recuperación de tierras para la agricultura en las llanuras inundables, el desarrollo de infraestructuras y el uso de los ríos para la generación de energía hidroeléctrica. Pero también fue el decenio en que por primera vez el público se opuso a la construcción de una cadena de centrales hidroeléctricas en el río Mura, en Eslovenia. Observé todo muy de cerca y tuve una participación discreta en el proceso, pero aprendí mucho de las medidas que se llevaron a cabo para proteger el río y sus humedales. 

En 1989 comencé mis estudios de posgrado en Bruselas y, al terminarlos, mi director de tesis me animó a continuar mi formación y a hacer un doctorado, pero no sabía qué temática elegir. Lo hablé con mi tutor en Eslovenia y me dijo que se había hecho muy poco hasta el momento para conservar y proteger los humedales del país. 

Me pareció un tema interesante y decidí asumir el reto, aunque no sabía mucho sobre humedales. Como conservacionista y geógrafa, no quería limitarme al funcionamiento del ecosistema en sí mismo, sino que quería investigar también la percepción de las personas sobre los humedales, su actitud respecto de ellos y las medidas que se habían adoptado hasta entonces para conservarlos o destruirlos. 

Esto fue a principios de los años 1990, justo después de la Conferencia de Grado sobre los Humedales Mediterráneos (aunque en ese momento no supe de esa reunión). Pero una vez que empecé a investigar, fue surgiendo mi pasión por estos increíbles ecosistemas, su importancia para la diversidad biológica y su utilidad para los seres humanos, aunque fuesen poco comprendidos o respetados y, a menudo, explotados y destruidos.

¿Se ha sentido inspirada por alguien? Si es así, ¿qué aspecto de esa persona le ha resultado motivador?

Ha habido algunas figuras importantes que inspiraron mis acciones y decisiones. A lo largo de mi carrera siempre ha habido personas que, o bien me han motivado o bien me han desafiado y animado a actuar.

En primer lugar, tengo que mencionar a mi madre, que me educó en el respeto a la naturaleza y a todos los seres vivos. Creo que esto es lo que más influyó en los intereses que he tenido en mi vida.

Tras obtener mi licenciatura en Geografía a principios de los años 1980, empecé a trabajar en el Instituto para la Conservación del Patrimonio Natural y Cultural. Mi colega, el biólogo Matjaž Jež, fue una fuente inagotable de conocimientos para mí. Combinaba sabiduría y experiencia sobre el terreno con una pasión y una predisposición infatigables, elementos fundamentales en nuestra labor de protección y conservación del patrimonio natural.

Stane Peterlin, el pilar de la conservación de la naturaleza en Eslovenia, forjó mi interés y devoción por los humedales. El profesor Dr. J.J. Symoens, tutor de mi tesis doctoral, siempre me planteó desafíos y me animó a trabajar mucho para responder a sus interminables preguntas. A medida que aprendía sobre los humedales, crecía mi dedicación y compromiso para fomentar su protección y uso adecuado. 

Luc Hoffmann, uno de los lectores de mi tesis, junto con Thymo Papayannis, me guiaron para definir mis objetivos de forma más precisa y comprometerme con el uso sostenible de los humedales mediterráneos.

He tejido una amplia red de expertos e instituciones que trabajan en el ámbito de los humedales, así que podría mencionar a muchas otras personas que marcaron mi trayectoria en favor de los humedales a nivel regional, nacional e internacional. Cuando empecé a trabajar para el Gobierno de Eslovenia a finales de la década de 1990, pronto me convertí en representante nacional en las convenciones y los acuerdos sobre diversidad biológica y me impliqué cada vez más en cuestiones internacionales relacionadas con los humedales. Se podría decir que los humedales pasaron a formar parte de mi identidad.

En su labor de conservación de los humedales, ¿cuál ha sido el reto más importante al que se ha enfrentado y cómo ha influido esta experiencia en su dedicación para crear un impacto positivo?

En los últimos cuarenta años ha habido numerosos obstáculos y constantes desafíos. Uno de los factores decisivos a la hora de definir medidas tenía que ver con la percepción y la actitud de las personas respecto de los humedales en diferentes sectores o disciplinas, en particular, la agricultura, la gestión del agua y las infraestructuras. Por ejemplo, cuando empecé a trabajar en el Organismo del Medio Ambiente, organizamos un taller de formación para personas dedicadas a la gestión del agua y la conservación de la naturaleza en Eslovenia, junto con la ayuda y experiencia de Tour du Valat. No fue nada fácil conseguir que nuestros colegas del agua participaran. 

Al principio, nos decían que estábamos interfiriendo con su trabajo: “nosotros nos encargamos de la gestión del agua y, ustedes, de los humedales”. Pero no bajamos los brazos. Cambiar la percepción y la actitud que tenían hacia los humedales llevó algo de tiempo y mucho diálogo. Solía encontrarme con este punto de vista sobre nuestra labor en diferentes proyectos y sectores. Aunque, poco a poco, conseguimos hacer llegar nuestro mensaje y ahora llevamos a cabo proyectos de conservación y restauración de humedales en los que distintos sectores colaboran y trabajan juntos con una dedicación absoluta. Pero no lo conseguí por mi cuenta. Siempre ha sido un trabajo de equipo.
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