Sibylle Vermont

Biografía

Sibylle Vermont nació en Suiza, donde pasó sus años de formación perfeccionando sus conocimientos lingüísticos de francés, inglés, alemán, italiano y español. Su camino en el ámbito de la gestión ambiental comenzó con sus estudios académicos.

Obtuvo una licenciatura en Ciencias Naturales, con una especialidad de Botánica y Zoología, en la Universidad de Lausana en Suiza. Impulsada por su pasión por comprender los ecosistemas, cursó una maestría en ciencias en la Universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo (Sudáfrica). Su tesis profundizó en la intrincada interacción entre el ganado y los patrones de defoliación del impala en los pastos de la sabana, mostrando su temprano compromiso con la investigación ambiental.

La trayectoria académica de Sibylle culminó con un Diploma en Gestión Ambiental del Instituto de Administración Pública de la Universidad de Lausana (IDHEAP), donde profundizó aún más sus conocimientos en política y administración ambientales.

Desde 1991, Sibylle ha participado incondicionalmente en la Oficina Federal para el Medio Ambiente, asumiendo el cargo de Directora Adjunta de la Sección de Asuntos Mundiales, dentro de la División de Asuntos Internacionales. Sus responsabilidades abarcan un amplio espectro de asuntos institucionales y de política ambiental tanto a escala mundial como regional.

La influencia de Sibylle se extiende a diversos ámbitos, como la conservación de los humedales a través de su participación en la Convención sobre los Humedales, la gestión de los recursos hídricos mediante sus contribuciones al Convenio de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE), e iniciativas de conservación de los bosques, como el Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques. Sus funciones de liderazgo en organismos internacionales de medio ambiente, como la presidencia del Grupo de Tareas sobre Agua y Clima, ponen de manifiesto su compromiso con la consecución de cambios positivos a escala mundial.

Más allá de sus funciones oficiales, Sibylle sigue participando activamente en iniciativas privadas, en particular contribuyendo a la Cuna de la Humanidad, un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO, en Sudáfrica.

La carrera de Sibylle Vermont es testimonio de su inquebrantable dedicación a la conservación del medio ambiente y de sus incansables esfuerzos por fomentar la cooperación internacional con miras a salvaguardar nuestro planeta para las generaciones futuras.

Preguntas y respuestas 

¿Qué experiencia personal ha determinado o inspirado su trayectoria?

He vivido la mayor parte de mi vida a orillas de los lagos de Ginebra y Neuchâtel. Me encanta adentrarme en la naturaleza de sus ciénagas y riberas para hacer senderismo, remar, navegar y nadar, ¡muy poco montañera para ser suiza!

De niña observaba la naturaleza en el jardín de mi abuela, donde recogía mis tan amados caracolitos a rayas amarillas, que luego soltaba por toda la casa. Luego, pasé a observar (y atrapar) mariposas y otros insectos, como luciérnagas. Más adelante, en el primer viaje a África que hice durante mi adolescencia, me cautivaron los animales silvestres de mayor tamaño, como los camaleones y los antílopes, aunque no mostraba mucho interés por las aves (¡y ya había dejado de atrapar insectos!).

Los estudios de botánica y zoología me acercaron a los humedales, especialmente la maestría en ecología de la sabana en la Reserva Natural Nylsvley, en Sudáfrica, cerca de uno de los humedales más ricos en cuanto a diversidad de aves. 

Luego me incorporé a la Oficina Federal de Medio Ambiente de Suiza para centrarme en la gestión del agua y al Convenio sobre la Protección y Utilización de los Cursos de Agua Transfronterizos y de los Lagos Internacionales.

En 2002 se dio un punto de inflexión en mi carrera: descubrí la Convención sobre los Humedales justo antes de la COP8 en Valencia (una convención dual sobre agua y diversidad biológica). Me pidieron que formara parte de la delegación ante la COP8 y me convertí en coordinadora para Suiza, lo cual me brindó la oportunidad de dar a conocer la importancia de los ecosistemas para la protección de los recursos hídricos. 

¿Se ha sentido inspirada por alguien? Si es así, ¿qué aspecto de esa persona le ha resultado motivador?

¡Tres hombres! 

Mi difunto amigo Philip Tetley, con quien mantuve conversaciones inspiradores en Sudáfrica mientras estudiábamos zoología. Tras haber leído los textos sobre ecología de Odum, nos dimos cuenta de que, sin la botánica, no podíamos tener una visión completa que nos permitiese comprender los ecosistemas. 

El Sr. Philippe Roch, ex Secretario de Estado y Director de la Oficina Federal de Medio Ambiente de Suiza, me dio la libertad de innovar en el segundo Foro Mundial del Agua, celebrado en La Haya en el año 2000, para vincular los ecosistemas a la gestión integrada de recursos hídricos (GIRH) (párr. 1: los recursos hídricos y los ecosistemas conexos que los mantienen están en peligro debido a la contaminación, el uso insostenible, los cambios en el uso de la tierra, el cambio climático y muchos otros aspectos; párr. 5: la GIRH integra el agua superficial y subterránea y los ecosistemas por los que fluye).

En el tercer Foro Mundial del Agua, celebrado en 2003, me encargó que me ocupase de su frase personal en la declaración ministerial (párr. 24: para asegurar un suministro de agua sostenible y de buena calidad, debemos proteger y utilizar de forma sostenible los ecosistemas que naturalmente captan, filtran, almacenan y liberan agua, como los ríos, los humedales, los bosques y los suelos). Este fue el puntapié inicial de toda una nueva era de importantes reuniones sobre el agua (menos centradas en tuberías o grifos y mucho más en la importancia de los ecosistemas, entre ellos, los humedales y los bosques, para los recursos hídricos. 

El Sr. Denis Landenbergue, ex responsable del programa sobre el agua del WWF fue uno de los promotores de prestar apoyo a los países africanos para que designen Sitios Ramsar en el marco de la Convención sobre los Humedales. Me apadrinó de forma incondicional en todo lo referente a la Convención de Ramsar; me presentó a todos los actores principales en mi primera COP (la COP8, celebrada en Valencia en 2003) y me transmitió conocimientos fundamentales sobre las funciones de los humedales y el agua. 

En su labor de conservación de los humedales, ¿cuál ha sido el reto más importante al que se ha enfrentado y cómo ha influido esta experiencia en su dedicación para crear un impacto positivo? 

Me importa el significado de las palabras: El desafío principal es definir qué es la Convención sobre los Humedales. Muchos creen que los humedales solo abarcan a las ciénagas o turberas, pero pocos entienden que incluyen muchos más sistemas, como lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y marismas, pastizales húmedos, turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, manglares y otras zonas costeras, arrecifes de coral y todos los sitios artificiales, como estanques de peces, arrozales, embalses y salinas.

Dualidad: la Convención no trata únicamente sobre la diversidad biológica y las aves acuáticas (como su antiguo nombre rezaba), sino que abarca toda la fauna y la flora de esos ecosistemas. Así que no solo se ocupa de las masas de agua, sino también de todas la criaturas que viven a su alrededor.

Esto ha inspirado mi labor para demostrar la dualidad de la Convención, que tiene la singular capacidad de reunir a expertos en diversidad biológica y en agua para trabajar en un sistema basado en los ecosistemas que ha sido rebautizado como “soluciones basadas en la naturaleza”.

Además, al trabajar con los bosques y el Convenio sobre la Protección y Utilización de los Cursos de Agua Transfronterizos y de los Lagos Internacionales, pude relacionar los tres temas en una iniciativa pionera en el marco de las Naciones Unidas: las  Recomendaciones acerca de los pagos por servicios del ecosistema en la gestión integrada de los recursos hídricos (2008). 

El plan estratégico de las Naciones Unidas para los bosques también menciona a la Convención sobre los Humedales, al igual que muchas otras decisiones y resoluciones que han adoptado los organismos de las Naciones Unidas a raíz de las propuestas de Suiza. 

Desde 2004, los programas de trabajo del Convenio sobre la Protección y Utilización de los Cursos de Agua Transfronterizos han hecho referencia a los ecosistemas y han colaborado con la Convención sobre los Humedales.