Dayana Blanco Quiroga

Biografía

Dayana Blanco, una mujer Indígena aymara de Bolivia, es la fuerza que impulsa el Equipo Uru Uru, una iniciativa de base dedicada a restaurar el lago Uru Uru, en el centro-oeste de Bolivia. Este proyecto fundamental aborda los retos polifacéticos que plantean las actividades mineras, la contaminación por plásticos y el cambio climático, que amenazan la integridad ecológica del lago y el bienestar de las comunidades indígenas circundantes.

El lago Uru Uru, designado Sitio Ramsar, tiene una inmensa importancia ecológica, ya que es un hábitat crucial para diversas especies de flora y fauna, entre ellas varias especies de flamencos. Además, sustenta los medios de vida de más de siete comunidades Indígenas de la región.
Inspirada por el movimiento mundial de los Guardianes de la Restauración (Restoration Stewards), Blanco aprovechó la oportunidad para mostrar los esfuerzos de restauración de su comunidad en una plataforma internacional. Mediante la integración de soluciones basadas en la naturaleza, como balsas flotantes fabricadas con materiales reciclados y adornadas con plantas acuáticas autóctonas como totoras, el Equipo Uru Uru se esfuerza por revitalizar el ecosistema del lago.

Blanco, seleccionada como Guardiana de la Restauración, se ha comprometido a dar voz a su comunidad Indígena y a compartir su trayectoria de gestión ambiental a escala local y mundial. A través de diversas plataformas, busca documentar y difundir sus iniciativas, entre ellas la ampliación de la implantación de balsas flotantes, la organización de diálogos comunitarios y la promoción de campañas sin violencia para detener las actividades mineras destructivas. Además, la comunidad se esfuerza por aumentar su resiliencia cultivando un huerto comunitario.

La participación de Blanco como Guardiana de la Restauración representa un esfuerzo de colaboración destinado a restaurar el lago Uru Uru y fomentar la coexistencia sostenible con la naturaleza. Junto con sus colegas guardianes, emprende un camino colectivo para salvaguardar el patrimonio ecológico del lago y defender los derechos de las comunidades Indígenas con miras a un futuro armonioso. 

Preguntas y respuestas 

¿Qué experiencia personal ha determinado o inspirado su trayectoria?

Mi comunidad indígena me ha inspirado a liderar el cambio a través del diseño de soluciones ecológicas y basadas en la naturaleza para la Madre Tierra. Recuerdo cómo era mi comunidad indígena antes de la explotación minera, los asentamientos ilegales y los efectos del cambio climático. 

Antes veíamos a los flamencos volar libremente sin miedo y sin tratar de escapar de las aguas contaminadas para buscar un lugar donde no morir por beber agua con un alto contenido de metales pesados. Recuerdo a mis abuelos mirando el atardecer frente al Lago Uru Uru mientras construían barcas o pequeñas casas de Totora y a mí jugando con mis amigos mientras intentábamos pescar en el Lago. 

Recuerdo ver nuestras sombras reflejadas en las aguas cristalinas del Lago Uru Uru porque eran nuestro espejo. Estos recuerdos inolvidables me alentaron a actuar para recuperar la armonía con la Madre Tierra y dejar un lugar mejor para nuestros animales y generaciones futuras.

¿Se ha sentido inspirada por alguien? Si es así, ¿qué aspecto de esa persona le ha resultado motivador?

Mi madre es mi referente porque nunca puso límites a mis sueños. Como mujer indígena, sé que a veces es difícil asumir posiciones de liderazgo, pero cuando le conté a mi madre la idea de crear el Equipo Uru Uru para restaurar el Lago, me ayudó a construir la primera balsa flotante con materiales reciclados para que sirva de base para la colocación de Totoras. 

Nunca olvidaré que me dijo que no pudo acceder a la enseñanza superior porque las dificultades económicas obligaron a su familia a priorizar la educación de su hermano. Se esforzó muchísimo por conseguir que yo pudiera acceder a la enseñanza superior y tender puentes de oportunidades y soluciones para superar los desafíos que enfrentaba mi comunidad indígena.

Mi madre es un ejemplo de resiliencia y perseverancia y me motivó para que soñara en grande y creyera que el trabajo de restauración que estamos haciendo en el Lago Uru Uru encenderá una chispa de esperanza en las próximas generaciones, que podrán sentir que el cambio es posible si encontramos la armonía con la Madre Tierra.

En su labor de conservación de los humedales, ¿cuál ha sido el reto más importante al que se ha enfrentado y cómo ha influido esta experiencia en su dedicación para crear un impacto positivo?

El Equipo Uru Uru afrontó desafíos desde el principio: cuando construimos las balsas flotantes, utilizamos botellas de plástico que habían sido tiradas al Lago Uru Uru como basura; las reciclamos, pero tuvimos dificultades para dar con un diseño durable que permitiera colocar las Totoras. 

Nuestro segundo reto lo encontramos al plantar las Totoras: el fuerte olor de las aguas contaminadas del Lago Uru Uru era insoportable y, al día siguiente de plantarlas, acabamos con dolor de estómago. 

El tercer problema llegó cuando las vacas quisieron comerse las Totoras, ya que la minería había dañado todo el suelo dejándolas sin alimento. El último desafío se relacionó con los ocupantes ilegales que querían construir sus casas de forma ilegal alrededor del Lago Uru Uru: trataron de destruir nuestras balsas flotantes. 

Decidimos hacer frente a esos desafíos actuando unidos todos los miembros de la comunidad. Nuestros mayores aportaron algunas ideas sobre cómo diseñar una balsa de flotación resistente. 

Las hermanas indígenas de nuestra comunidad decidieron fundar el huerto comunitario, con el que se obtienen ingresos para comprar ropa de trabajo que nos permite estar equipados y protegidos para plantar las Totoras. Construimos vallas para cubrir las Totoras y evitar que las vacas se las comieran. Nos organizamos en grupos de la comunidad para proteger nuestras Totoras de los ocupantes ilegales. Toda esta labor que realizamos como comunidad me alentó a ser resiliente y a mantener la motivación pese a los obstáculos que se nos interpusieron.