Cecile Ndjebet

Cecile Ndjebet

Fundadora y Cofundadora Cameroon Ecology, y Red de Mujeres Africanas para la Gestión Comunitaria de los Bosques

Biografía

Cécile Ndjebet es una destacada figura de las organizaciones de la sociedad civil africana, y ha sido elogiada internacionalmente por su incansable defensa de los derechos de la mujer y la sostenibilidad ambiental. Cuenta con más de 36 años de experiencia; comenzó su carrera como funcionaria pública del Camerún en 1986, para pasar posteriormente al sector de la sociedad civil en 1997.

Fundadora de la ONG nacional Cameroon Ecology en 2000, Ndjebet ha sido una firme defensora de los derechos de las comunidades, especialmente de las mujeres rurales e Indígenas, en relación con los bosques, la tierra y los recursos naturales. Ndjebet ha emprendido reformas políticas y ha dirigido iniciativas encaminadas a preservar y restaurar los manglares.

Su amplia experiencia en la incorporación de la perspectiva de género y los derechos de la mujer ha sido decisiva para formular políticas e iniciativas relacionadas con la gestión de los recursos naturales, y temas como el género y la tenencia, REDD+, el cambio climático y la biodiversidad.

En 2009, Ndjebet fue cofundadora de la Red de Mujeres Africanas para la Gestión Comunitaria de los Bosques (REFACOF), una plataforma dedicada a promover la participación de las mujeres en la gestión de los recursos naturales en todo el continente africano. Esta iniciativa ha cosechado un importante apoyo regional, y cuenta con 20 países miembros de África occidental y central.

Ndjebet, a quien se ha reconocido por su liderazgo, fue elegida Campeona del Cambio Climático de la Comisión de los Bosques de África Central (COMIFAC) en 2012. Integra numerosas redes y sociedades profesionales de ámbito nacional, regional y mundial, como la Red de Mujeres Ambientalistas (NAWE), la Junta Consultiva del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas y el Consejo de Administración del Foro Forestal Africano.

Las contribuciones de Ndjebet van más allá de la promoción y se traducen en acciones concretas, ya que ha encabezado reformas políticas e iniciativas encaminadas a preservar los bosques y apoyar a las comunidades vulnerables, especialmente las mujeres y la juventud, afectadas por el cambio climático. Su dedicación al fomento de la capacidad institucional y a la movilización de recursos ha tenido un efecto transformador tanto en los niveles de base como en otros ámbitos.

Ndjebet, capacitada como agrónoma y silvicultora social, tiene una maestría en Silvicultura Social por la Universidad Agrícola de Wageningen de los Países Bajos. Actualmente cursa un doctorado en la Universidad Católica de África Central, centrándose en las relaciones de género y el acceso a la tierra en las zonas rurales de Camerún.

Sus notables logros la han hecho merecedora de prestigiosos galardones, como el Premio Wangari Maathai y el premio Campeona de la Tierra de las Naciones Unidas. Reconocida por su inquebrantable compromiso con la conservación del medio ambiente y la justicia social, Ndjebet sigue inspirando cambios positivos a escala mundial.

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Preguntas y Respuestas  

¿Qué experiencia personal ha determinado o inspirado su trayectoria?

El amor por los bosques y la influencia de mi madre y mi hermana mayor han marcado mi trayectoria. Tuve la suerte de crecer junto a dos mujeres maravillosas. Ambas eran agricultoras y vivían de sus actividades agrícolas y la recolección de productos del bosque. 

A los cuatro años, empecé a acompañar a mi madre y mi hermana en la granja. Desde muy pequeña aprendí a cultivar, a recolectar productos forestales silvestres y a conocer el uso de esos recursos y la importancia de los bosques para nuestra vida. Me encantaba contemplar la naturaleza. Había unos arroyos bellísimos donde solíamos divertirnos mucho. ¡El agua era tan cristalina que podíamos ver el fondo! A veces veíamos peces y nos entreteníamos pescando. Era un ambiente hermoso... y el clima era muy bueno.

Gracias a mi madre aprendí a amar, respetar y cuidar los bosques y su diversidad biológica. A los 5 años ya podía ir sola a recolectar setas, hojas, cortezas de determinados árboles, leña, frutos secos, frutas y muchas otras cosas que el bosque tenía para ofrecer. A esa corta edad ya podía distinguir las especies comestibles de las de uso medicinal y hasta sabía cómo recolectar sin dañar a los árboles. ¡El bosque nos daba todo! Dependíamos de él para vivir. Mi niñez me enseñó a amar los bosques y la diversidad de productos que nos ofrecía. 

También he sido testigo de los desafíos a los que mi madre y otras mujeres del pueblo se enfrentaban para salir adelante y mantener a sus familias. Esta experiencia creó en mí un fuerte deseo de ayudarlas y defenderlas. La persona que soy y lo que hago hoy en día es fruto de todo lo que he vivido junto a mi madre y mi hermana.   

¿Se ha sentido inspirada por alguien? Si es así, ¿qué aspecto de esa persona le ha resultado motivador?

La difunta profesora Wangari Maathaï es la persona que más ha influido en mi trabajo. La conocí en 2009, durante su visita a nuestra pequeña organización Cameroon Ecology (Cam-Eco), una de las primeras seis entidades en beneficiarse de la ayuda financiera del Fondo que ella había creado: el Congo Basin Forest Fund (CBFF).

Fue un encuentro de un día que cambió por completo mi vida profesional. La Dra. Maathaï estaba realmente comprometida con el cuidado de la naturaleza, los bosques, el medio ambiente… Me explicó que llevaba años luchando por la conservación de los bosques y la protección ambiental. ¡Tenía un amor incondicional por la naturaleza!

Contaba con las mujeres para que la sucedieran en su lucha. Pensaba que solo las mujeres podían contribuir a la recuperación de los espacios verdes de África, destruidos por las prácticas insostenibles e irresponsables de los seres humanos. Por eso, quería convencer a las mujeres africanas para que plantaran árboles. 

Cuando se despidió, me dijo: “Tengo una misión para ti: moviliza a todas las mujeres africanas y háblales de la importancia de plantar árboles; diles que siembren árboles frutales, pues les traerán múltiples beneficios. Mejorarán la salud de sus hijos y de sus familias, podrán obtener ingresos vendiendo los excedentes y, además, los árboles ayudarán a mitigar los efectos negativos del cambio climático. ¡El mundo entero se beneficiará de su trabajo! Por eso, ¡haz que las mujeres planten árboles!”.

Sus palabras quedaron grabadas en mi memoria. Esta visita fue lo que motivó mi compromiso con la reforestación, la conservación, la lucha contra la tala ilegal y la defensa de los derechos de las mujeres sobre la tierra y los bosques. Desde entonces, apoyo iniciativas de mujeres para plantar árboles y restaurar ecosistemas degradados ‒como bosques terrestres y manglares‒ con el objetivo de recuperar la diversidad biológica del planeta y, en definitiva, proteger el medio ambiente. Hasta ahora las mujeres han logrado plantar muchos árboles, ¡millones de árboles!

En su labor de conservación de los humedales, ¿cuál ha sido el reto más importante al que se ha enfrentado y cómo ha influido esta experiencia en su dedicación para crear un impacto positivo? 

El desafío más grande es convencer a la gente de que cambie su comportamiento y sus prácticas. La información, la concienciación y la educación siguen siendo claves en materia de conservación. Gracias a la perseverancia en estos aspectos he conseguido, junto a las mujeres rurales, restaurar cientos de hectáreas de ecosistemas degradados de manglares.

Además, nuestro enfoque se basa en la participación directa de las mujeres, los hombres y la juventud. Nuestra labor de conservación tiene rostro humano. En nuestro enfoque, todo el diseño se realiza junto con mujeres y hombres y, cada vez más, con jóvenes. La conservación con rostro humano tiene más probabilidades de salir adelante. Las comunidades locales se sienten más partícipes y se comprometen con más facilidad cuando se tienen en cuenta sus intereses y sus opiniones, y cuando participan en la toma de decisiones y en el reparto de los beneficios. 

Es una labor que requiere confianza y compromiso. 

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Sacha Dench

Sacha Dench

Fundadora Conservación Sin Fronteras (CWB) y Embajadora de las Naciones Unidas para las Especies Migratorias.

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Cecile Ndjebet

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Fundadora y Cofundadora Cameroon Ecology, y Red de Mujeres Africanas para la Gestión Comunitaria de los Bosques

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Fernanda Samuel

Fernanda Samuel

Coordinador Nacional y Líder de las Acciones de Protección y Conservación de Manglares, ONG OTCHIVA

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