Prof. Celeste Saulo, Argentina

Biografía

De las aulas de Buenos Aires a los pasillos del liderazgo mundial por el clima, la trayectoria de la Profesora Celeste Saulo rompe barreras a cada paso. Comenzó su andadura siendo una apasionada estudiante de meteorología, carrera de la que se graduó con matrícula de honor sentando una base sólida de excelencia académica. En el Servicio Meteorológico Nacional de la Argentina, transformó la investigación científica en un servicio público vital, defendiendo la equidad y la inclusión en todo momento. Su estilo de liderazgo transformador la llevó a hacer historia como la primera mujer y persona de origen latinoamericano en ser elegida Secretaria General de la Organización Meteorológica Mundial. A lo largo de más de 60 trabajos de investigación publicados y la supervisión de la labor de numerosos estudiantes, el legado de Celeste fluye como los propios patrones meteorológicos: a través de las fronteras, desafiando las expectativas y cambiando para siempre nuestra comprensión del papel de la ciencia climática en la creación de un mundo más resiliente.

P. ¿Qué experiencia personal ha determinado o inspirado su trayectoria?

Desde niña fui criada en la cultura del trabajo, el esfuerzo, el compromiso personal, la responsabilidad y el amor. Me gustaba ir a la escuela, disfrutaba mucho aprendiendo y era muy curiosa. Siempre tuve el apoyo de mi familia, que me dio el privilegio de escoger lo que quería hacer de mi vida y confió en mí. Nunca sentí que tuviera que seguir un determinado camino, sino que era yo la responsable de mis propias decisiones. Me guie por mis intereses y mis pasiones, tan variados como la historia, las matemáticas, la música o la danza. Mis padres siempre me apoyaron cuando les pedía hacer cursos sobre diferentes temas. Contar con el apoyo y la confianza de mi familia fue inspirador, y me permitió guiarme por mi curiosidad y mis motivaciones. Al mismo tiempo, me creó un sentido de la responsabilidad para hacer algo que estuviera relacionado con nuestros valores familiares. Siempre he sentido la necesidad de hacer cosas que me interesaran, pero también que fueran de interés o tuvieran un impacto en otros. Esta idea de trabajar para un propósito mayor, más allá de cualquier objetivo personal, siempre ha estado presente en mi vida. 

P. ¿Se ha sentido inspirada por alguien? Si es así, ¿qué aspecto de esa persona le ha resultado motivador?

Me he sentido inspirada por Eugenia Kalnay, una científica especializada en el clima. Nacida en la Argentina, Eugenia dejó el país tras el golpe militar y se instaló en los Estados Unidos, donde desarrolló su carrera y se desempeñó en sucesivos puestos de liderazgo tanto en círculos académicos como en los centros nacionales de predicción ambiental. Fue una científica brillante y un ser humano excepcional. Nunca se olvidó de su país ni de sus raíces, y se sentía agradecida por las oportunidades que había tenido. Siempre luchó contra la injusticia y era extremadamente humilde. Disfrutaba enseñando y colaborando con las nuevas generaciones, dando oportunidades a investigadores de todo el mundo, especialmente a los del Sur Global. Fue una fuente de inspiración para muchas generaciones en nuestro campo. 

P. En su labor de conservación de los humedales, ¿cuál ha sido el reto más importante al que se ha enfrentado y cómo ha influido esta experiencia en su dedicación para crear un impacto positivo?

Los humedales pueden considerarse un componente clave del sistema climático. Todas las actividades de la Organización Meteorológica Mundial se relacionan con el medio ambiente y su conservación. Si pensamos en la monitorización de la temperatura, la humedad, el viento, las precipitaciones (entre muchas otras variables) y la predicción de lo que ocurrirá en diferentes escalas, que pueden ir desde horas a decenios, esto no sería posible si no se tuvieran en cuenta las condiciones terrestres, así como los intercambios entre la tierra, los océanos, la atmósfera, la vegetación y todos los elementos que componen nuestro planeta. 

Un desafío fundamental es comprender plenamente estas interacciones, ya que no tenemos datos suficientes sobre el estado de los humedales y su evolución. Lo que sí sabemos es que son extremadamente frágiles, y que su equilibrio dista mucho de estar asegurado debido a las modalidades actuales de producción y consumo. El uso y la degradación de la tierra son parte de una compleja tensión entre las necesidades de desarrollo y la protección de los humedales o el clima. 

La ciencia es una herramienta para mejorar la comprensión y orientar la acción. Como tal, tiene un efecto positivo enorme. 

Ser parte del sistema de las Naciones Unidas también tiene un efecto positivo: alcanzar un entendimiento común de los riesgos y las oportunidades es esencial para hacer frente a los conflictos. Ante posibles conflictos de intereses, el multilateralismo desempeña un papel fundamental ya que busca el consenso y se basa en las mejores opciones disponibles.

P. Como mujer que ha logrado importantes avances, ¿dónde cree que se necesita más inversión para acelerar los progresos y empoderar a las mujeres en su acción en favor de los humedales?   

La participación de las mujeres es crucial. Para aumentar su participación, debemos trabajar desde el principio, ofreciendo oportunidades de educación y formación a través de becas. Es preciso comprender los desafíos que enfrentan las mujeres en diferentes entornos y culturas, así como velar por su implicación y participación y apoyarlas cuando están de baja maternal o cuando son madres solteras o tienen otras responsabilidades que les impiden desarrollar todo su potencial. Debemos crear entornos laborales y disposiciones de organización en los que tener una familia no sea un obstáculo para el desarrollo profesional.